martes, 23 de mayo de 2017

UNA ESTRELLA TAURINA REFULGIENDO EN EL AZUL DEL FIRMAMENTO



CINCUENTA AÑOS MONUMENTALES

BODAS DE ORO  DE OLES Y SOLES

PLAZA DE TOROS MONUMENTAL DE MERIDA

1967-2017

                 A Mama Pancha… benefactora de toreros por herencia de sus hijos



Jesús Araujo “Castoreño” San Juan de Lagunillas es  una cálida  población de Mérida donde viera la luz de la estrella de su vida una mujer  recta respetuosa y con un gran sentido de la solidaridad y el amor para con sus semejantes llamada Francisca Peña de Salas, abnegada mujer de manos sanadoras y sensibles procederes dado su oficio de enfermera que le   hicieron ganar el cariño de todos aquellos que la conocieron.

Madre amorosa tierna y consejera fue una destacada administradora de la firma ferretera de la casa, amiga del dialogo y entregada a sus oraciones dada su creciente fe en el altísimo Mama Pancha vivió en carne propia el miedo de los toreros pues fue la madre del novillero Leonardo Salas,  ”la goma de borrar ”de triunfales éxitos en plazas interioranas como también en nuestra monumental en San Cristóbal y en la maestranza de Maracay donde perdió dos rejas al no acertar con la espada, hoy día destacado ejecutivo de ventas ferretero

Sudoroso miedo torero mitigado con  la   bendición de las oraciones  pues su nieto José Antonio le siguió los pasos a su padre Leonardo y se convirtió en el mejor novillero del momento en el país…JOSE ANTONIO SALAS “EL MORANTE DE LA SIERRA” torero de finas hechuras con capa y muleta que muy pronto dará que hablar en España.

Su casa de placido silencio y respeto era hogar pasajero de muchos novilleros a quien les brindaba su cariño entre ellos unos ya  reposando del miedo como Rafael Rincón “El Mechas”,  Rafael López  al igual que los matadores Pedro González, Curro Zambrano,  Nerio Ramírez y uno muy estimado por ella como lo fue Bernardo Valencia.

Llegue a esa casa con catorce años gracias a Rafael Salas incomparable aficionado de verborrea cierta al opinar de toros pues quería ser torero, Mama Pancha me tendió sus brazos y desde aquel entonces me convertí  en otro hijo que le pedía le bendijera.

En cada diciembre le hacia el altar de adoración anual como es el pesebre, el cual erigía por su salud y el amor hogareño, habiendo cerrado sus ojos para siempre el pasado 10 de mayo reconfortada con el amor de los suyos y en los santos  oleos , elevando una oración por su descanso eterno en el cielo de los justos, abriendo mis  manos  para abrazar a HenryIsabel,  Rafael. Loida,  Daniel y Leonardo junto a todos los suyos en estos momentos de tanta tristeza por tan maternal perdida… Mama Pancha, desde el cielo  guíenos  los pasos,  se nuestro ángel  guardián, con la promesa de llevar siempre en nuestros labios la palabra… BENDICION MAMA. Amorosamente… todos.-  0416 7703846.-

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