CINCUENTA AÑOS
MONUMENTALES
BODAS DE ORO DE LES Y SOLES
PLAZA DE
TOROS MONUMENTAL DE MERIDA
—Para todos aquellos que entienden
ese “no se que”—
El arte querido
lector, según mi concepto, es desechar
del oficio la pastosa abundancia de las líneas curvas manar de muy dentro ese ángel
esquivo que solo toca a elegidos para ponerlo de manifiesto a
través del desempeño.
No se debe llamar ignorante al
que no entiende el oficio… no porque de pronto lo entiende y deja de ser una
vaga y amena filosofía para convertirse en certeza y querencia del alma.
Han sido muchos los toreros que han toreado como
los ángeles manifestando una pasmosa quietud y serenidad que permite oír el
lento rodaje de las horas a través de los minutos se dice que detienen el
tiempo pero una cosa es torear lento y otra con plasticidad y belleza podio y
olimpo del toreo preciosista.
En España el mito de Curro Romero se mantuvo hasta su fin
como torero, Camas su pueblo y Sevilla su novia, mantuvieron aquel tabú en torno al gitano sin poder llegar a la
conclusión que Curro era torero de pellizcos
no de faenas admirables, pues pegaba muletazos aislados con un sello personal
Romerista.
Parece ser que la cobriza piel de
los toreros morunos oculta aquel “miedo” indescifrable del toreo llena de similitrukis aureolados de arte lo cual llaman pellizcos Y entre responsabilidad profesional y espantadas surge cual duende travieso una
labor vistosa.
Rafael de Paula |
Sabemos que Rafael Soto Moreno “Rafael de
Paula” llevaba en sus adentros la innata bendición del toreo
Merlinista con capa y muleta pues los que han visto a este torero Jerezano ante
un toro a su medida han podido contemplar la inmedible dimensión de su toreo
como aquel quite por Verónicas en Madrid donde paro a la gente de sus asientos
y tuvo que dar la vuelta al ruedo en medio de sonoras ovaciones.
De Paula aun maduro disfrutaba su oficio y se hundía en el sopor de
su ejercicio pues cuando tomaba la
muleta y se cruzaba ante los pitones de los toros la plaza se llenaba de un silencio con eco de oles murmullantes que gritaban con mudez quedate ahí pues
la admiración por este gitano de Jerez de la Frontera es grande ya que embebía al toro en la bamba de la
muleta, adelantaba la pierna, sacaba el pecho, pegaba la barbilla al pecho y
alzando un tris el talón izquierdo ,erigía sin esculpir, la hermosura del derechazo cosa igual sucedía con los naturales
diferenciados por llevar la espada en la derecha pegada a la cintura.
Hoy día este inconmensurable
representante del toreo preciosista sin
cortapisas trucos ni picos anda frisando
los 83 años y mitiga la pasión de su alma haciendo campo ante las vaquillas del campo bravo Español.
José Antonio Morante Camacho “Morante de la Puebla” es nacido allí en
ese pueblo llamado la Puebla del Rio en la ciudad de la torre del oro en
Sevilla remanso de paz de las aguas del Guadalquivir.
Morante de la Puebla |
Tiene en sus adentros el secreto
esquivo del sentimiento al torear pues
cada lance que pega va prendado de un tintinar de campanillas que avivan
barreras palcos y tendidos absortando al paisanaje de tal manera que bobalicona
colectivamente los graderíos solo con tomar el capote con la punta de los
dedos.
Con la muleta tiene la escogencia de las musas de
permitir oír la marcha caballeresca de un tropel de hormigas sobre la arena,
como hemos dicho antes, permite oír el tic tac lento de los relojes del
paisanaje, que al ver tanta belleza se olvidan de retrasos dolencias y males.
Toma el de la puebla el capote con el pulgar el
índice y el dedo del corazón, acaso será una conexión arco reflejo cerebral que le envían
duendes para su ejecución, pues cada
foto y cada vídeo de el, no tiene desperdicio, todo es grandeza belleza y chantilly.
En su debut en Mérida Morante se
encontró con un toro que le aplico en su faena, calidad mas no cantidad, permitiéndose a los entendidos ver el
porque de su maestría y el porque de su inspiración, contados muletazos de
altísimo performance que la mayoría no entendió y “rechiflo,” dejando escrito
en los anales de la plaza aquella comunión de entrega y arte que merece un
recuerdo en letras en una de las paredes del patio de cuadrillas de la ya cincuentenaria
plaza.
Rafael de Paula y Morante de la puebla |
Entre Paula y Morante hay dos
generaciones que han escrito con letras de verdad la razón de la fiesta hay
quienes tildan la misma de cruel,
pues no, allí no se anuncian seis toreros a muerte mucho menos cruenta pues rara vez se riega la arena con sangre torera, otros se ciegan ante el concepto de arte pero…invito
a cualquiera de estos a pegar un solo muletazo con gracia, eso es arte… y aquello
de que no es cultura ya muchas veces hemos dicho que, cultura es toda
aquella disciplina humana en la que
se reúne un nutrido grupo de personas a rendirle CULTO a alguien que la esta ejecutando
pues hay la falsa posición que cultura
es la poesía pintura escultura música, no…eso
es arte.
Para que haya aquel aderezo que reza el titular de este escrito
debe haber sin rebusques inspiración de lo contrario el artista de luces
se convierte en un trabajador del oficio
tildados por muchos como… obreros
del arte.
¡Viva el arte! ¡Que viva la
fiesta!…
¡va por Uds!…¡¡Castoreño en
mano…!!
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