La ingratitud del olvido es una
especie de factura que se cobra o se paga con silencio en este caso la relegación al rincón olvido donde las
miserias humanas la saborean muchos que
lo dieron todo por el engrandecimiento de la patria de la fiesta y del
apellido.
Francisco Oswaldo Girón Díaz
para sus señas personales y Curro Girón
para su grandeza torera cerro sus ojos para siempre en un enero hace ya unos
cuantos años, hijo de una tierra de promisión como Aragua e hijo de unos padres
que creyeron en el como torero, duerme su sueño eterno al calor del cielo azul
de su monta nutricia al cariño del recuerdo de los suyos entre ellos sus hermanas.
Curro fue un torero que llevo en sus manos el palio de primerísima figura
del toreo pues Madrid lo vio triunfar varias veces, haciendo traquear la
puerta grande para salir en volandas de
la afición haciendo mutis en el calendario para recordar aquella memorable
tarde en la que Cesar abrazo doctoralmente a Rafael sin testigo pues el tercero
en el cartel era novillero en la plaza
de la ciudad condal de Barcelona.
La andadura de Curro fue tan gloriosa cada tarde que su entrega brillaba sin pulitura ya que la mayoría de
las plazas de España México y Colombia conocieron su hacer siendo en este ultimo donde cupido lo flecho
en barreras y formo su hogar con la linda reina del café Marlene Lozano madre de su hijo Marco Antonio doctor en tauromaquia para gloria e la casa
Gironera.
Cuando se inauguro la monumental de Mérida Curro comparto cartel con
Julio Aparicio y Paco Camino, luego en un sábado de gloria ante un poderoso
encierro de Dos Gutiérrez hizo el paseíllo junto a Pepe Cáceres Y Alfredo Leal.
Curro le brinda a Pepe Cabello en Salamanca año 57 |
En el año 64 actuó en el Nuevo Circo de Mérida en Belén junto a
Rafael Efraín y Freddy que era un niño, allí con novillos de Guayabita regaron
la pasión Merideña por la fiesta y movieron las fibras de aficionados cabales
para la construcción de la plaza monumental entre ellos Román Eduardo Sandia,
Arturo Mattera, Pedro Rincón Gutiérrez, Edilberto Moreno Peña, Eccio Rojo Paredes y otros apasionados por el arte de luces y valentía tocándole a
mi padre Ramón Araujo el replanteo del terreno para la construcción de la ya
casi cincuentenaria plaza .
Curro fue un caballero amigo del
dialogo y las anécdotas y tenia una gracia muy especial para conversar amaba a México
quería a España y adoraba a Venezuela, al igual que Cesar era Venezuela vestida
de luces pues donde se ponía Curro pocos se ponían, ahí ya que el amor propio y
la responsabilidad eran mas fuerte que su afición gustaba venir a Tovar para compartir con sus
admiradores que lo veían con ojos de curiosidad al saberse sus amigos dándole
categoría de primera a la plaza Vista Alegre dolorosamente demolida ya que actuó
allí con Rayito y El Tovareño ¿porque de primera siendo chica?... porque Curro fue figura del toreo
Llego el año nuevo y el maestro
se sentía resentido de salud y fue hospitalizado en una clínica para su recuperación,
allí le llovieron las visitas y se le lleno el pecho de aire cuando al ponerse
de pie le decía a su hijo Marco Antonio... de aquí salgo para darte la
alternativa... cosa que no llego a cristalizarse pues el maestro se marcho al
cielo de los toreros.
Tuve y tengo la alegría en el recuerdo
de que fui su
amigo, reía con mis chistes y mis
anécdotas de niño al igual que
Rafael y Efraín Alberto, enviándoles un saludo a Freddy en Maracay, abrazando en amistad a Marina, Columba y Guadalupe miembros de
esta casa torera… a su memoria un descanso
eterno y que la luz de sus memorias jamás deje de brillar…
¡va por Uds!…¡Castoreño en mano!.
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