El toro bravo distinguido lector, es un semoviente de temperamento arisco y noble a la vez, descendiente del Box Taurus Ibericus o Uro de quien heredo
su fenotipo, su tamaño y sus ímpetus, ubicándose su cría desde
inmemoriales tiempos en tierras Hispanas para grandeza y admiración
de este animal.
Idóneo para la lidia
pues su cría casera es casi imposible, su hábitat son las sabanas
potreros o pampas, sitios en los que este animal vive a sus anchas,
muy pocas veces en manada pues su bravura así lo amerita.
España con su
grandeza conquistadora y evangelizante vio en estos animales al
protagonista de la fiesta brava, el alma y sentir del pueblo
español, utilizándolo en festejos provincianos que poco a poco
se fue convirtiendo en imagen y referencia de la Hispanidad.
Pero… el toro bravo,
llamado también de lidia, en su torrente sanguíneo parece llevar
cierta aceleración de vida, pues sus ímpetus son implacables ya
que no podemos hablar de bravura cierta, pues son animales que no
piensan.
Lo cierto es que estos
semovientes astados cuando están en el reino de los pastizales son
muy nobles cuando están en manadas… aah pero cuando están solos,
arde Troya, pues su bravura que es una “virtud” hermosa, se
puede calificar de belleza, pues el toro cuando es bravo… es una
belleza.
Durante la lidia amigo
lector el toro busca herir en cada embestida al capote y al no
conseguirlo, brama muge y hierve de impotencia por lo que hay
necesidad (haber uebo) (sic) de hacerlo sangrar para que
alivie.
Ahí es donde esta el
papel y la importancia que juega el picador al hacerle sangre
en el lomo al animal, pues cuando la vara hiriente clava su puya y
mana el rojo liquido de vida, allí queda demostrada la bravura y el
“si valió la pena criarlo” aunque los ganaderos, no
le enseñan bravura a sus pupilos.
Es bueno saber amigo
taurino que el picador ejerce una función vital en la lidia, el no
tiene culpa de nada para ser abucheado o golpeado con hielos venidos
de manos de taurinos “chuflas” que no saben de este arte y
arremeten contra su objetivo, pues cuando un piquero cumple su
función sin ventajas, el aplauso es su mejor premio, no como
aquellos que le tapan la salida al toro, pican delantero, se mecen
(romanean) en la vara y hasta utilizan leonas (puyas mas grandes de
lo normal) que si maltratan al toro con la anuencia de su matador.
Que bonito es ver a un
hombre del castoreño colocando una buena vara, pues ha de saber el
presente en barreras que el picador cita, templa, recibe y hiere,
esos son los canones que exige esta suerte, orfebrería sobre
una grupa que poco se ve en las plazas de nuestro país, eso si, sin
traspasar las rayas de cal de los tercios, pues afea la fuerte y
amerita multa.
En esta patria ancha
larga solidaria generosa y dolida han habido grandes exponentes de
este arte, entre ellos el pionero Salvador Rivero “Orinoco”,
Rigoberto Bolívar “Pastoreño”, Vicente Aray “Camachito”,
el Charro Gil , Enrique Key, José Benítez “Maraco” y otros
tantos que han enaltecido a esta suerte nunca “cruenta“ pues se
llama así, cuando se riega sangre humana.
No se sabe de la bravura
del toro, hemos dicho que son una belleza sus ímpetus, sepamos que
hay toros de casta mas mansos que una oveja y tienen el trapío
exacto para llevarlo a una plaza muchas veces queda de adorno, otras
de madrina para guiar las camadas.(cabestros)
En varios congresos
veterinarios en España se ha hurgado a fondo el porque de esta
condición tan especial selectiva y altiva de la bravura del toro
ibero, siempre he dicho que es un misterio casi Merlinico y
una suerte bendita, cuando a una ganadería llega la bravura y se
posa en los gordos lomos de sus morantes astados, claro
esta, sabemos que por la sangre viene el ligue como el caso de los
Molineros de las porqueras y los desaparecidos cenizos de Jaji los
cuales con su imponencia, se ganaron el aprecio respeto y cariño
del publico.
Oír hablar a personas
acerca de este tema es apasionante, pues aparte de que es difícil,
es raro, recordemos que cuando un toro no va al caballo, se le
castiga con banderillas de luto (negras) pues aparte de que es
manso, puede ser cobarde que no, es lo mismo, el manso no embiste,
ni amerita peligro y el cobarde busca huir, por eso salta las tablas.
Rigoberto Bolívar
estando a las ordenes de Cesar Girón en Málaga España,
coloco una vara monumental que le gano dar una vuelta al ruedo con
el castoreño en la mano devolviendo prendas y recibiendo
ovaciones, cosa parecida con un piquero Español de apellido Martínez
quien a las ordenes de Tomas Campuzano, diera una vuelta al ruedo en
nuestra feria del Sol.
Freddy Díaz y Ramón
Uzcategui, merideños, quisieron incursionar en este campo habiendo
actuado en varias plazas con relativa suerte, hoy desde la barrera,
admiran este arte y apoyan a los exponentes.
Invito pues a la afición
y a los lectores a poner en practica lo aquí expuesto para
demostrarle a los taurinos que vienen allende las fronteras de
nuestra patria chica, que la afición merideña tiene cultura
taurina y civismo ciudadano, por eso somos la primera feria del
país y la plaza de mas importancia en Venezuela…
va por
Uds.…¡¡Castoreño en mano…!!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario